Como no tienen donde pasar la noche, Gilda y Gato se cuelan en el apartamento que le prestó Máximo a Esperanza. A la mañana siguiente, Eva los sorprende y los denuncia por lo que unos policías se personan de inmediato para detenerlos. “Están en comisaría por violación de propiedad”, cuenta Jorge al mayor de los hermanos Ortiz.
Finalmente, Esperanza rellena la solicitud para hacerse novicia en Santa Rosa y Tomás oficia con pesadumbre su ceremonia ya que no cree en su vocación. Genoveva comparte este pensamiento y le asigna muchas tareas a la joven para que sienta que ser religiosa no es algo trivial.
No obstante, el padre se entera y defiende a Esperanza. “A partir de ahora, será mi secretaria”, anuncia para alejarla de la madre superiora. Ambos van al apartamento donde ella vivía y lo acondicionan como oficina para la fundación, sin saber que Máximo ha colocado cámaras.
El obispo visita a Tomás y lo regaña por tener a Esperanza como secretaria y le propone enviarle un seminarista para que le ayude: “Olvidarla depende ti”.
En el convento, Clara recibe la noticia de que su padre está muy enfermo y viaja al interior del país para despedirse de él. Albarracín la acompaña con la intención de alejarse de Ortiz, pero la camioneta se estropea y no llegan a tiempo de verle.
A su regreso, Esperanza comprueba queTomás tiene un nuevo secretario llamado Nicolás y sufre un ataque de celos. Pese a intentar por todos los medios caerle bien a la chica, no lo consigue.
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