Por casualidad, Tomás acude con Gato y Máximo a la misma discoteca
donde Esperanza está celebrando su despedida de soltera con Gilda. Pese a
que ha prometido a Joaquín no entrometerse y dejarla ser feliz, no
puede evitar cuestionarla por la última carta que le mandó: “No puedo
creer que hayas olvidado todo lo que vivimos. Si de verdad tanto amas a Nicolás, ¿por qué te veo tan triste?”.
Quien también sufre un desengaño amoroso es Gilda al sorprender a Gato y Faustina besándose. “Fue un error. Yo te amo a ti”, intenta justificarse.
Llega el día de la boda de Esperanza y esta se queda boquiabierta al llegar al altar y ver que Tomás,
que en el último momento decidió no viajar a Roma, va a oficiar la
ceremonia. “El amor todo lo puede, nunca se acaba y sin él no somos
nada”, declara el cura antes de preguntar a su amada si está segura del
paso que va a dar. Los ojos de Albarracín se inundan de lágrimas e
incapaz de contestar sale corriendo. Ortiz la sigue y Gato les presta su
coche.
Furioso, Nicolás promete vengarse y se
niega a entregar los documentos necesarios para que Tomás pueda
desligarse de su cargo. Este decide ir a hablar con él y descubre que
tiene guardadas todas las cartas que envió desde el Amazonas, además de
fotos de ellos y sus allegados.
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